El 25 de noviembre, es el día internacional contra la violencia de género. Es cierto que es un día de vital importancia para todas las mujeres ya que conmemora el largo proceso de lucha contra la discriminación, las desigualdades económicas, sociales...etc. Pero lo importante no es dedicar un día al año para recordar a las víctimas en diferentes actos y/o manifestaciones, más bien, es imprescindible un compromiso continuo contra la manifestación más cruel del patriarcado y el dominio capitalista.Desgraciadamente, a estas alturas del siglo XXI, las mujeres aún seguimos siendo objeto de una violencia sistemática fruto de las relaciones de poder que dominan en la actualidad.
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Para poder vencer esta situación, no basta con disponer de herramientas legislativas, sino que, las mujeres debemos abandonar el rol de víctimas que esta sociedad nos ha impuesto y construir nuestra emancipación siendo protagonistas diarias de nuestra lucha.
En España, hay una media de 70 víctimas mortales al año. La muerte es una de las manifestaciones visibles de toda una estructura de dominación y sometimiento en la que viven las mujeres. Sin duda la más brutal y la que más nos conciencia. Pero no hay que esperar a llegar a estos extremos para movilizarnos. Hay múltiples gestos, actitudes y tratos que pasan ante la mirada ciega y cómplice de todos día a día y que no reconocemos ni nombramos, pero que deberían alertar a la sociedad para combatir todas las descriminaciones, maltratos, desigualdades que sufrimos las mujeres a diario en el ámbito familiar, en la comunidad o por parte del Estado.
En lo que llevamos de año (hasta julio de 2009), hay 32 mujeres muertas. Serán más en los próximos días. ¿De verdad no podemos evitarlo?.
El sistema desde su aparente sentido común rechaza la violencia machista pero desde sus intereses, la perpetúa. La situación actual se produce fundamentalmente por la consideración devaluada de la mujer después de siglos de dominación masculina.
Dentro de lo injusta que es la situación general de la mujer, también cabe señalar que hay diferencias a la hora de denunciar malos tratos o desigualdades. Si eres mujer e inmigrante, la cosa se complica.
Si una mujer inmigrante no tiene los papeles en regla no tiene garantizado el pleno ejercico de sus derechos en igualdad de condiciones. Además el miedo a la hora de denunciar malos tratos, discriminación o desigualdades por las posibles represalias ya sea por parte de su pareja o del estado hace que la mayoría no denuncie.
Por todo lo anteriormente expuesto desde la UJCE proponemos algunas ideas que pueden servir para elaborar un plan de trabajo que se basa en lo siguiente:
Crear puntos de encuentro alternativos para mujeres donde se pueda tratar de forma específica los problemas concretos.
Desarrollar vías de comunicación para visibilizar los problemas reales de las mujeres.
Impulsar campañas de educación sociales para la sensibilización y prevención de la violencia de género.
Conferencias contra la violencia de género y performance
Centro cultural los Rosales (Villaverde)
Dirección: AVENIDA LOS ROSALES, 133
-Miércoles 25: "Dilema entre la honra y los cuernos en Valle-Inclán" por Carmen Gómez de las Bandera. Pieza teatral " La casa chica" de Sabina Berman
a las 19 horas
- Jueves 26: La mujer como moneda de cambio en el teatro del siglo de Oro, por Alicia Casado Vega. Y "carta a un maltratador" de Alicia Casado.
a las 19 horas
- Viernes 27: Representación de la obra "Juana-Delirio" de Eva Hibernia.
a las 19 horas
Centro cultural Ágata (Villaverde)
Dirección: Pza. Ágata , s/n
- Viernes 27 a las 18 horas actuación musical del grupo "Las lavanderas"
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