Durante los días 18 y 19 de Abril, los medios de comunicación El Mundo y 20 Minutos, respectivamente, se hacían eco de una noticia proporcionada por la agencia privada de noticias española Europa Press en la que se difamaba de manera notoria sobre la situación de Villaverde Alto, por lo que varios vecinos y vecinas del distrito escribieron numerosas cartas a estos medios de comunicación expresando su indignación.
Entre las quejas de los y las vecinas que escribieron sus cartas a dichos medios se apunta a la intencionalidad de pretender “desacreditar la vida de los vecinos en Villaverde Alto” ya que “lo que se refleja en la noticia, no se corresponde en absoluto con la realidad” porque “se transmite la idea de que todos los que habitamos el barrio somos poco menos que delincuentes comunes, cuando la mayoría de nosotros somos personas normales que trabajamos como en cualquier otro barrio de la ciudad” y esto sólo tiene como misión “la intención de destrozar la imagen de un barrio cuyos problemas, que no se diferencian gran cosa de los existentes en otras zonas de Madrid, se deben en gran parte al abandono por parte de las administraciones”.
También señalan que en la noticia “se asimilaba Villaverde Alto a barrio marginal dominado por bandas y donde vivir era prácticamente una “heroicidad”” y que “parece que en vez de vivir en un barrio, que tiene problemas, vivimos en una zona sin ley”.
Como caso más sangrante se critica que: “Lo que la noticia transmite es un absoluto desconocimiento tanto de la ubicación de lugares a los que hace referencia (¿Dónde está esa Comisaría de la que habla? ¿Qué repartidores son los que sólo entran a la Plaza Mayor que el autor de la noticia sitúa enfrente de la inexistente Comisaría?), como de la vida que se vive diariamente en el barrio. En una palabra, la persona que la ha escrito no ha puesto los pies en su vida en Villaverde Alto.”
Nosotros y nosotras, como Juventud Comunista, acusamos una vez más a los grandes medios de comunicación dominados por grandes empresas privadas de manipular y tergiversar la información como les plazca y según responde a sus intereses, pudiendo hacerlo desde noticias relativamente pequeñas como esta, que sólo se centra en Villaverde, hasta grandes campañas de intoxicación mediática como la criminalización del antifascismo o el desprestigio mediático de los Gobiernos revolucionarios de Cuba, Venezuela y Bolivia.
Por otro lado, queremos denunciar que este tipo de noticias no se producen por casualidad. Responden a intereses concretos y tienen por objetivo crear miedo y pánico, dañando la convivencia entre vecinos y así, crear temores artificiales entre trabajadores y trabajadoras.
Referencias como al “fantasma” de las bandas latinas ya son un tópico, y se usa como método de división de la clase trabajadora entre españoles y extranjeros, potenciando la desconfianza y los recelos mutuos, alineándose así con la demagogia del discurso xenófobo y fascista.
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